jueves, 14 de octubre de 2010

Mientras nerviosa, intentaba encontrar una respuesta lo suficientemente creible por mi tardanza,, para mi madre, decidi encenderme un pitillo... uno de esos cigarrillos tranquilizantes que por un momento, parecen hacerme la vida mas facil.
Al abrir la puerta de casa dando las 4 vueltas a la llave me percate de que no habia nadie, asi que una vez mas me habia librado.
Depronto empezo a sonar el telefono y corri a cojerlo. Era ella... otra vez la misma conversacion de siempre:
Ella: ¿ que tal?
Yo: Biien 
Ella: ¿ has cenao?
Yo: si
etc...

Colge el telefono despues de despedirme y fui hacia mi habitacion para ponerme el pijama y ver la television un rato.

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