Cada color que veia en ese lugar era brillante, más reluciente de lo que parecia solo un momento antes, desde el lago azul cristalino que habia a nuestros pies hasta el bosque esmeralda que nos rodeaba. El orizonte asomaba entre ramas un poco mas allá y mirando hacia este... No se le ocurria respuest logica a aquello que acababa de suceder, a aquello que estaba sucediendo...

No sabia si era verdad, o solo otro de sus estupidos juegos. Por que parece que le gusta hacerme sufrir, siempre tan, cercano, pero distante al fin, siempre sentado a tan poca distancia, hablando...

- ¿Qué?.-Pregunto nervioso.

- Nada...

- Lili.

- Aaron. No puedo quitarme la cabeza, la sensación de que nada es como imagino, y que nunca llegara a ser verdad todo lo que dices... - No me sentia lo bastante tranquila para incorporarme frente a el, asique continue mirando al orizonte.