sábado, 23 de octubre de 2010

Hacia tiempo que nada conseguia crearme realmente esa sensacion de libertad, y la adoraba, uii que si la adoraba. Esa es la mejor sensacion del mundo, una sensacion unida a un enorme ansia de felicidad. Y por fin me sentia bien, de ahora en adelante las cosas saldrian mejor. O eso esperaba yo.
Nos encontrabamos dentro de un subterraneo, en el que escaseaba la luz, era un tanto normal, ya que la gran mayoria de las luces que se encontraban en el techo estaban fundidas. Habia muchos graffitis. Por todos lados. Me gustaba. En verdad adoro esos garabatos rbeldes, que pequeños delincuentes pintan sobre la pared. Las adornan, habeces te hacen sentir miedo y otras, simplemente viajar a otro lugar.
Estaba tan sumida en mis pensamientos, que no me di cuenta de que Aaron me estaba mirando fijamente. Tenia sus grandes ojos grises ( oscuros ) clavados en mi.
El viento creaba un agradable siseo al pasearse de un extremo a otro del tunel, eso me gustaba.
Finalmente hablo.

- Sabes una cosa? -Pregunto.
- Dime.
- Deveria de estar en casa hace rato.
- Hace cuanto rato exactamente..?- Pregunte un tanto nerviosa.
- Puess... Aproximadamente 40 minutos, pero me siento mejor aqui.
- No, te tienes que ir... Tu sabes la bronca que te va a caer?
- Hombre no.. Mejor que tu, son mis padres. 
- Venga vamonos.. Yo tambien deveria estar en casa. - Menti.
- Vale.

Se coloco la chamarra por encima de la cabeza y se aseguro de que yo tambien estaba tapada. Despues corrimos bajo la lluvia hasta el ultimo soportal que separaba nuestros caminos. Hay fue donde nos despedimos, se me quedo mirando, yo me quede mirandole, me gustaba. Estaba guapo, las gotas le chorreaban por su pelo alborotado, y, eso me gustaba. Despues, nos despedimos con dos besos, y un buenas noches.

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