viernes, 19 de noviembre de 2010

La temperatura era calida. El ambiente, humedo. Me agarro la mano. Le deje acariciarla. Entonces me miro. Le mire. Nos miramos. Verdaderamente creo que, venia el beso... Pero, no... Decidi levantarme y arrastrarlo conmigo a quitarse la ropa, nos quedamos en ropa interior. Fue entonces cuando vi sus musculos, esos cuadrados pekeños y perfectos, unos abdominales trabajados y marcados, ted morena y brillante. Expectacular.
Increible, pero cierto. Corrimos hasta la orilla de la playa, y cuando nuestros pies se sumergieron en el agua, un grito ahogado surgio desde mi garganta. Fria, fresca, gélida, helada, congelada, álgida, glacial... Agradable, apetecible, atrayente, delicada, gustosa, incitante, seductora, rica. Cuanto mas me adentraba en ella mas delicada y ligera me sentia... Como hoja al viento. Note como sus brazos me agarraban por detras, y note un escalorfrio que me recorrio el cuerpo. Estaba, tranquila, sosegada. El era tan.... tan apacible, dulce...sumiso.
Todo tan facil y desconcertante junto a el. Lo amaba? pero aun se encendia un calor en mi cuando, mencionaba a Aaron. No le olvidaria tan facilmente. No era sencillo ser solo una amiga mas, no recordar todo lo vivido junto a el.

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