jueves, 9 de diciembre de 2010

Una llamada, una llamada que, que me pudiese aclarar una llamada para despertar del sueño fatal... Antes de cogerlo, de mirar siquiera, saber quien era, antes de nada… pensé y otra vez pensé, que quería vivir; es cierto que pensaras “ que chorrada si ya esta viviendo”, No, yo quería vivir de verdad, despertarme contenta por la mañana sin una madre con la que pasar las horas discutiendo ni un dichoso instituto al que acudir, sin ruido retumbando en mis ventanas, sin tanta lluvia, sin tanto odio a nuestro alrededor, no tanta guerra… tan solo, algo mejor… y sobre todo Tu.
Ya estaba mi mano adentrándose en el bolsillo del pantalón, agarre el teléfono móvil, y apresure a sacarlo pulse el botoncito verde, seguía sin saber quien era.

      -  ¿Si?
     - Grítame.
      - ¿Qué? ¿Quien eres?
      - Soy Aarón.
      - (suspiro) que quieres...
      - Lo que has oído, grítame, fuerte, muy fuerte. Grítame todo lo que no quiero oír. Todos mis defectos, las cosas que no soportas de mí. Échame en cara todas y cada una de las veces que te hice sentir mal, que te decepcioné, que te hice pensar eso de "pensaba que eras diferente". Enfádate conmigo, dime que soy un niñato mimado y quejica, que a ver si un día maduro. Dime todo eso que la gente no le dice a los demás, dime lo que verdaderamente piensas de mí. Pero después de eso, hazme un favor, solo uno. Dime que me quieres, pese a todas las verdades que me has gritado, solo dime que me quieres.
       - (llorando) ¿Que quieres de mi? No te entiendo… hace pocos días que era yo quien quería estar con tigo, ¿que quieres? ¿Que quieres?......... (Sollozo)
       - Te Quiero, a ti… a ti.
       - No, no es cierto… Me quieres, pero no a mí quieres que lo pase mal que llore por las noches, que escriba cada día lo mal que me siento, y que después, coja el teléfono y te llame desesperadamente, que no pueda resistir mas sin verte, y solo hacerlo para quedarme con ganas de algo mas, de darte pequeños mordisquitos, de acariciar cada parte de tu cuerpo, y después, después caer en el mas largo de los besos... Pero, a cambio de eso solo dolor, para tu disfrute, claro.
       - No. Lo siento, de veras Te amo.
       - No, no mientas, no lo haces, me odias.
       - …
       - (lloro) Adiós.

Continué llorando, hasta que no podía mas, hasta que me dieron ganas de vomitar, tenia la mente nublada, tan nublada que no podía pensar… Lo intente, pero no había nada, solo oscuridad, dolor, algo hizo que me moviese… minutos después. Un estrépito. Un bote. Un frenazo. Un susto. Una luz. Un grito. Dolor. Una llamada. Luces de colores. Algo blanco y una voz. Un “pi-pi-pi”. Y después. Nada.

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